Las mejores actividades que hacer en la Polinesia Francesa para un viaje exitoso
Consideradas el paraíso en la tierra, las islas polinesias son un sueño hecho realidad para muchas personas que buscan un destino de vacaciones exótico y remoto. Con playas de arena, lagunas turquesas y bosques tropicales, sus paisajes de postal invitan a fare niente. Y sin embargo, en la Polinesia Francesa hay muchas más cosas que hacer que sentarse en la playa con los dedos de los pies estirados.
Descubrimiento cultural de las islas polinesias
Además de por su idílico entorno, la Polinesia Francesa también es conocida por su cálida cultura. Todo el mundo tiene derecho a un collar de flores de Tiaré al llegar al aeropuerto de Tahití. Canciones, bailes, tatuajes y especialidades culinarias forman parte del sueño tanto como los paradisíacos paisajes de las islas. Por ello, es esencial sumergirse en la cultura local para disfrutar de una estancia perfecta.
Patrimonio emblemático polinesio
Como todos los países, la Polinesia Francesa tiene elementos que todo el mundo relaciona con su cultura. De hecho, ¿quién no piensa en estas hermosas islas del Pacífico al ver productos de monoi o al admirar un espectáculo de danza de vahines? Además, ¡asistir a uno de estos espectáculos de danza tradicional es algo que hay que hacer en la misma Polinesia Francesa!
Visite la isla que visite, seguro que encontrará un criadero de perlas. La visita es obligada. La cría de perlas forma parte del patrimonio cultural de Polinesia, conocida en todo el mundo por sus perlas de calidad. Y si no está seguro de qué granja de perlas visitar, no busque más allá de Tahití: la isla principal del archipiélago de la Sociedad es famosa por su producción de perlas, incluidas las de un soberbio color negro.
Siguiendo por el lado de la producción local, le esperan muchas otras visitas: plantaciones de vainilla en Taha'a, apodada con razón la Isla de la Vainilla; plantaciones de frutas locales como la piña (painapo en polinesio) o la papaya, pero también una destilería en Moorea donde podrá degustar zumos de fruta fresca y alcoholes locales; y para una visita original en la Polinesia Francesa, el Domaine Dominique Auroy en Rangiroa, ¡un viñedo único!
Otro lugar imprescindible de la Polinesia para descubrir la cultura de las islas es el Tiki Village de Moorea: se trata de un centro cultural que ofrece diversos talleres, actividades y veladas dedicadas al descubrimiento cultural. Podrá asistir a espectáculos típicos (danzas vahine, demostraciones de guerreros tahitianos, etc.) y participar en talleres como el de confección de tifaifai (paño tradicional), tejido de cocoteros, pintura de pareo, ¡y muchos otros!
Para vivir una inmersión cultural total, nada más auténtico que conocer directamente a los lugareños y acompañarlos en su vida cotidiana. Son muy amables y estarán encantados de compartir su cultura y tradiciones con usted, al tiempo que le invitan a unirse a ellos en una comida típica, o incluso en una excursión de pesca en mar abierto o de caza submarina, ¡una actividad que no debe perderse en la Polinesia!
Lugares históricos que visitar en la Polinesia Francesa
Rico en historia, al archipiélago polinesio no le faltan lugares históricos que visitar. Y aunque la mayoría de ellos son todos marae, antiguos lugares sagrados, cada uno tiene sus propias características, ¡así como una historia diferente! Visitar al menos un marae es, por tanto, una visita obligada en la Polinesia Francesa, así como escuchar a un lugareño contarle los mitos y leyendas de las islas. Aunque sean menos famosas que sus vecinas, las islas de Ra'iātea y Taha'a merecen una visita. De hecho, se dice que estas dos islas, que según los mitos fueron una y la misma, son la cuna del pueblo polinesio y de su cultura. Ra'iātea también es conocida como la isla sagrada y alberga el monte Temehani, la montaña sagrada donde florece una de las flores más raras del mundo, la flor Tiare Apetahi. Así que no dude en regalarse una escapada cultural a Ra'iātea y Taha'a durante su viaje a la Polinesia.
En cuanto a los marae, no faltan opciones, pero algunos son más conocidos que otros. Por ejemplo, en Tahití se encuentra el marae de Arahurahu, el mayor del archipiélago polinesio; en Ra'iātea, el marae de Taputapātea, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO; y también se pueden visitar marae en la parte de las Marquesas, donde reciben el nombre de paepae. Uno de los más famosos es el Upeke paepae de la isla de Hiva Oa, situado en el pueblo de Taaoa. Otra de las visitas históricas que no hay que perderse en la Polinesia Francesa es a Bora Bora. Como la isla fue una antigua base militar estadounidense durante la II Guerra Mundial, encontrará varias reliquias de aquella época, incluida la pista del aeropuerto. Y si es aficionado al submarinismo, otra visita histórica se esconde bajo las aguas de Moorea, en Papetoai, donde se encuentran sumergidas 8 estatuas Tiki que representan a dioses polinesios. Así pues, no faltan salidas culturales en la Polinesia Francesa para conocer mejor su historia y sus costumbres. Cada isla tiene lugares históricos que visitar, y los lugareños estarán encantados de contarle los mitos y leyendas de la zona. Además, si tiene la oportunidad de ir a Huahine, no dude en ir a conocer a las famosas anguilas sagradas, cuyos ojos azules son muy particulares.
Especialidades culinarias polinesias
Viajar a la Polinesia Francesa también significa descubrir nuevos sabores en el plato. La cocina tradicional polinesia, también conocida como ma'a Tahiti, es parte integrante de la cultura de las islas y se ha desarrollado a lo largo del tiempo con las numerosas influencias de Occidente, pero también especialmente de Asia. El plato más famoso de la Polinesia Francesa es el pescado crudo a la tahitiana, con leche de coco. La mayoría de las veces es atún crudo, pero el plato puede hacerse con muchos otros pescados capturados en aguas polinesias. Efectivamente, ¡allí no faltan peces! Por eso se pueden encontrar otros platos típicos de pescado, como los buñuelos de ina'a, pequeños alevines pescados en la desembocadura de los ríos, o el dorado a la parrilla, el pez emblemático de las aguas polinesias. No olvidemos mencionar el fafaru, atún servido en agua de mar donde se han fermentado cabezas de gambas durante varios días! Además de pescado, también encontrará platos locales cocinados con carne: pollo fafa (el fafa es una hoja de una variedad de taro), chao men (un plato a base de fideos de inspiración asiática), ma'a tinito (cerdo con alubias), ¡y muchos otros! En Tahití, no dude en acercarse a las "roulottes", camiones de comida polinesia que le harán descubrir diferentes platos típicos de la zona.
Y si tiene hambre o quiere rematar una buena comida polinesia, no dude en probar otras especialidades locales como el pan de coco ('Ipo), imprescindible; el firi firi, sobre todo para desayunar, una especie de churro con sabor a leche de coco; el po'e, un postre de papaya o plátano que se sirve a menudo como postre; etc. Puede disfrutar de todas estas cosas buenas con un zumo de fruta fresca o, por qué no, con una cerveza local, ¡la Hinano!
Cuando se quiere descubrir una cultura, es obligatorio pasar por el ámbito culinario. Y cuando el país que se visita es un archipiélago formado por múltiples islas, ¡no se está cerca de haberlo visto todo! De hecho, dependiendo de la isla que visite en Polinesia, e incluso dependiendo de la familia con la que comparta una comida, tendrá la oportunidad de degustar múltiples recetas declinadas en todas las salsas. Una cosa es segura, ¡encontrará al menos uno a su gusto!
Polinesia Francesa, un paraíso para las actividades náuticas
Formados por islas y atolones con lagunas azul turquesa, los archipiélagos polinesios invitan al baño. Con aguas cálidas y cristalinas en todo momento, así como numerosas actividades para disfrutar, ¡es difícil resistirse a meterse! Y eso sin contar con la rica y singular biodiversidad que habita los fondos marinos de la Polinesia Francesa: ¡un universo increíble por descubrir!
Snorkel en las lagunas polinesias
La Polinesia Francesa es famosa por sus lagunas de aguas translúcidas a través de las cuales es fácil observar la vida submarina. El buceo con tubo es, por tanto, una actividad que no debe perderse, sobre todo porque es accesible para todos. Tanto si el agua es más o menos profunda, en las aguas polinesias siempre podrá ver rayas, tiburones de punta negra y todo tipo de peces pequeños.
Entre las islas de Sotavento, el buceo con tubo en la laguna de Bora Bora es uno de los más populares porque es fácil nadar cerca de rayas y tiburones de punta negra, las estrellas de la laguna. Pero si se siente más cómodo con los peces pequeños, el buceo con tubo a la deriva en el Jardín de Coral de Taha'a le ofrecerá magníficos encuentros: peces payaso, peces mariposa y muchas otras coloridas especies.
En las islas de Barlovento, Moorea ofrece bonitos lugares para practicar snorkel, como la playa de Tiahura, donde se pueden ver tortugas verdes. Después, entre julio y noviembre, llega una de las actividades más populares de la Polinesia Francesa: ¡bucear con ballenas en Moorea! Por supuesto, todas las salidas se realizan con el mayor respeto por estos animales que tendrás que observar desde cierta distancia para no molestarlos. Pero la experiencia es siempre extraordinaria.
Los mejores lugares para practicar snorkel en la Polinesia Francesa se encuentran sobre todo en el archipiélago de Tuamotu. El atolón de Rangiroa, el más visitado, es conocido por su Laguna Azul, donde se puede nadar con numerosos tiburones de punta negra, pero también por su paso de Tiputa, que permite practicar snorkel a la deriva. ¿El concepto? Déjese llevar por la corriente hasta el interior de la laguna y observe animales impresionantes: ¡podrá ver tiburones martillo, mantarrayas, pero también delfines en el paso de Tiputa! El atolón de Fakarava también cuenta con un canal conocido por sus grandes peces Napoleón: el canal Tumakohua, junto a la isla de Tetamanu.
Si quiere practicar snorkel en la Polinesia Francesa, el Archipiélago de la Sociedad y el Archipiélago de Tuamotu son los mejores lugares para ir, ¡especialmente el Archipiélago de Tuamotu si quiere probar el snorkel a la deriva! Practicar snorkel en Rangiroa es sin duda una de las actividades más increíbles que se pueden hacer en la Polinesia Francesa.
Lo que hay que hacer en la Polinesia Francesa sin dudarlo: bucear
Aunque el buceo con tubo ya ofrece la oportunidad de ver muchos peces y corales, el submarinismo le permitirá descubrir aún más especies pelágicas de la Polinesia. Tanto si es un principiante en busca de su primera inmersión en un lugar paradisíaco, como si es un buceador experimentado en busca de nuevos puntos de inmersión que explorar, las aguas polinesias le proporcionarán una experiencia submarina inolvidable.
Las islas del Archipiélago de la Sociedad son ideales para una primera inmersión en una de las lagunas más bellas. Ya sea en Tahití, Moorea o Bora Bora, podrá bucear por primera vez en aguas turquesas pobladas de rayas, tiburones punta negra y coloridos peces de arrecife. ¿Qué es lo mejor de bucear en Moorea? Tendrás más posibilidades de ver tortugas marinas.
Si es buceador titulado y quiere dejarse sorprender, el archipiélago de las Tuamotu colmará sin duda sus expectativas. Ya sea en el atolón más grande del mundo, Rangiroa, o en Fakarava o Tikehau, ¡los fondos marinos que le esperan sólo pueden sorprenderle por su riqueza! Una de las experiencias que se pueden vivir en la Polinesia Francesa como submarinista es, sin duda, la inmersión de exploración en el paso de Tiputa: allí se pueden encontrar tiburones grises, tiburones martillo, delfines mulares y muchas otras especies pelágicas.
Y si tiene la suerte de poder ir un poco más lejos en la Polinesia Francesa, las islas Marquesas también pueden ofrecerle unas magníficas sesiones de buceo desde Hiva Oa. El archipiélago Austral, mucho más al Sur, también ofrece lugares de buceo de ensueño: desde Tubuai, tendrá la oportunidad de nadar en aguas algo más frías que en los otros archipiélagos polinesios, ¡lo que le permitirá encontrarse con especies diferentes!
Con sus zonas marinas protegidas y su excepcional biodiversidad, la Polinesia Francesa es uno de los lugares más populares para bucear. Y aparte del buceo recreativo, también puede realizar cursos PADI o ANMP. ¿Qué podría ser mejor que pasar sus inmersiones de entrenamiento en el entorno de ensueño de las islas polinesias?
Todo tipo de excursiones marítimas por aguas polinesias
Con sus excepcionales paisajes, las islas polinesias ofrecen increíbles panorámicas desde el mar. Cruceros, motos acuáticas o kayak de mar son algunas de las actividades que se pueden realizar en la Polinesia Francesa. Además de tomar magníficas fotografías de las islas, podrá pasar un momento inolvidable haciendo snorkel en la laguna, almorzando en un motu o incluso avistando delfines o ballenas en temporada.
Una de las actividades imprescindibles en la Polinesia es, sin duda, la tradicional excursión en piragua. Conocida como va'a, la canoa tradicional polinesia es el deporte nacional. No dudes en ir a ver cómo lo practican los polinesios. Y, hablando de actividades locales, ¡no tema pedir a los pescadores que le acompañen en una de sus salidas al mar! Vivirá un momento único de convivencia que le dejará increíbles recuerdos de su estancia.
Si le gustan más las emociones fuertes, las motos acuáticas le darán el subidón de adrenalina que necesita en un entorno de ensueño. Ya sea simplemente para una iniciación en una laguna, o por ejemplo para una excursión en las bahías de Cook y Ōpūnohu en Moorea, podrá disfrutar de grandes sensaciones de deslizamiento sobre magníficas aguas turquesas. Otra opción es un viaje en barco a Tahití para contemplar la ola de Teahupoo.
Y para familias o grupos de amigos que busquen un momento tranquilo en el mar, con bellos paisajes, ¡hay mucho donde elegir! Se ofrecen excursiones a casi todas las islas del archipiélago de la Sociedad, incluidas visitas a las islas menores de Maupiti, Tupai e incluso Maiao. En el archipiélago de las Tuamotu, podrá disfrutar de una excursión en barco a las Arenas Rosas o a la Laguna Azul de Rangiroa, pero también partir de Fakarava para visitar otros atolones cercanos. Tanto si busca un momento de descubrimiento, de relajación o incluso de sensaciones, hay muchas excursiones marítimas en la Polinesia Francesa que colmarán sus expectativas. Y si está aquí de luna de miel, no se pierda un romántico viaje en barco a Bora Bora: ¡una actividad imprescindible en la Polinesia Francesa para los enamorados!
Deportes acuáticos que no debe perderse en la Polinesia Francesa
La Polinesia Francesa es mundialmente conocida como destino de ensueño para los surfistas. Con un litoral que ofrece un gran número de spots con olas diferentes, ¡tanto los principiantes como los surfistas avanzados tienen lo que necesitan! También es un lugar ideal para practicar otros deportes como kitesurf, wakeboard o incluso stand up paddle.
La ola más famosa de la Polinesia Francesa no es otra que Teahupoo, en Tahití, famosa por ser una de las más peligrosas del mundo. Pero eso no impide que muchos surfistas experimentados compitan contra él. Si no tiene suficiente experiencia o simplemente es un principiante en el surf, no dude en hacer un curso de surf en Tahití: la isla cuenta con varios spots adaptados a todos los niveles para aprender y mejorar, sobre todo entre Pointe Vénus y la desembocadura de Papenoo, en el noreste. Si no, no dude en descubrir el kitefoil y el wingfoil, otras actividades que le proporcionarán grandes sensaciones de deslizamiento. Para las familias, el stand up paddle es un deporte acuático que permite aprovechar al máximo las tranquilas aguas turquesas de las lagunas polinesias, mientras se observa la flora y la fauna que allí se encuentran. Practicar stand up paddle en Bora Bora le dará la oportunidad de ver de cerca rayas y tiburones de punta negra, ¡sin tener que meterse en el agua! También se puede disfrutar de esta experiencia en las demás islas de la Polinesia Francesa, ya sea en la laguna de Tahití o en la sublime Laguna Verde de Rangiroa.
Los amantes de las emociones fuertes no se quedan atrás en la Polinesia Francesa gracias a todas estas actividades náuticas, sea cual sea su nivel o edad. Y para los más aventureros, incluso es posible probar el flyboard y el hoverboard en Moorea, ¡una experiencia que quedará grabada para siempre en su memoria gracias al entorno paradisíaco que ofrece la Polinesia Francesa!
Actividades al aire libre en las islas polinesias
Aunque la mayoría de las islas de la Polinesia Francesa tienen pequeñas extensiones de tierra, hay muchas cosas que hacer en ellas. Por supuesto, merece la pena visitar las playas, pero también las zonas del interior, en las montañas y en la selva tropical. Esta es una oportunidad para descubrir otra faceta de las islas, incluido el encuentro con una rica flora endémica.
Recorrido a pie para sumergirse en las islas polinesias
El senderismo es una de las actividades imprescindibles de cualquier viaje. ¿Qué puede haber mejor que descubrir el magnífico paisaje polinesio a pie, a su propio ritmo? Es una oportunidad para hacer ejercicio y descubrir cosas nuevas a cada zancada. Una flora endémica poco común y panoramas sobrecogedores harán de su excursión por la Polinesia Francesa una aventura única e inolvidable. El archipiélago de la Sociedad cuenta con las islas más grandes, ¡y las excursiones más variadas posibles! En Tahití, el relieve ofrece hermosas rutas de distintos grados de dificultad: los más aventureros pueden intentar escalar el pico más alto de la Polinesia Francesa, el monte Orohena, ¡a 2.241 m de altitud! Podrá descubrir hermosas cascadas en el corazón de un bosque tropical.
Su vecina Moorea también ofrece varias rutas de senderismo: la excursión de un día por el valle de Ōpūnohu le permitirá ver varios de los lugares emblemáticos de la isla, mientras tiene la oportunidad de ser guiado por un lugareño que le hablará de la cultura polinesia. Ya se trate del monte Rotui y del monte Mou'a Puta, de las bahías de Cook y Ōpūnohu, o de los puertos de 3 Coconut y 3 Pinus, podrá admirar los lugares más famosos de Moorea, ¡al tiempo que pasa junto a los imperdibles campos de piñas!
Las otras islas más pequeñas, como Maupiti, las Marquesas, las Gambier y las Australes, o los atolones Tuamotu, permiten disfrutar de hermosas excursiones y paseos de longitud variable según su tamaño. ¡También tienen rincones que no hay que perderse durante un viaje a la Polinesia! Mencionemos el monte Teurafaatiu en Maupiti, el monte Taitaa en Tubuai, el monte Duff y el monte Mokoto en Mangareva, así como la cascada Vaipo en Nuku Hiva, ¡la más alta de Polinesia (350 m)!
Esté donde esté, siempre habrá una ruta de senderismo que le haga soñar en la Polinesia Francesa. Entre tierra y mar, tiene incluso la oportunidad de combinar su excursión con otra actividad: ¿por qué no dejarse tentar por una jornada combinada de crucero y senderismo en Moorea para disfrutar plenamente del entorno paradisíaco que le rodea?
Excursiones originales para descubrir la Polinesia Francesa
Si ya ha hecho suficiente senderismo y quiere algo más que hacer, en la Polinesia Francesa hay otras actividades que le permitirán explorar las islas. Ya sea a un ritmo tranquilo, o con más emoción, hay mucho para satisfacer su deseo de descubrimiento: quads, 4x4, buggies, bicicletas de montaña o incluso paseos a caballo le proporcionarán una experiencia totalmente diferente.
Los adictos a la adrenalina tendrán mucho que hacer con las excursiones en quad o buggy por las empinadas carreteras de tierra de las islas polinesias. La excursión en quad al lago Vaihiria, en Tahití, es un recorrido imprescindible que le llevará hasta el centro de la isla, a través de una densa jungla y terreno volcánico. ¡Sensaciones garantizadas! También se ofrecen excursiones a otras islas del archipiélago de la Sociedad, como Moorea y Bora Bora, con paradas para descubrir los productos y la cultura locales bajo la dirección de un guía nativo. Una de las actividades imprescindibles en la Polinesia Francesa para las familias es la excursión en 4x4. Accesible a todos, le permitirá pasar un momento de convivencia con su guía local, que estará encantado de hablarle de su isla. No dude en optar por una excursión en 4x4 en Huahine para dar una vuelta completa a la isla y ver los lugares más importantes, ¡incluido el pueblo de Faie y sus famosas anguilas sagradas de ojos azules! Si le apetece ir por libre, se pueden alquilar bicicletas de montaña en la mayoría de las islas, e incluso en los atolones, ¡incluido Fakarava! Con o sin guía, le encantará combinar deporte y descubrimiento en la Polinesia Francesa. También es posible montar a caballo en las Marquesas, una forma maravillosa de explorar las islas de Hiva Oa, Ua Huka, así como Nuku Hiva, ¡lo que le ofrecerá un recuerdo único de su estancia en la Polinesia Francesa!
Ya sea fuera de los caminos trillados en las montañas o en las carreteras junto al mar, siempre encontrará una forma original de progresar en las islas polinesias. Con la ayuda de una actividad motorizada o no motorizada, disfrutará de una magnífica excursión que le permitirá recorrer rápidamente la isla en la que se encuentre si no dispone de mucho tiempo para pasear.
Barranquismo, la actividad para hacer en Tahití, en plena selva tropical
Las islas y atolones polinesios son todos de origen volcánico, y sin embargo muy diferentes. El archipiélago de Tuamotu es el más antiguo, lo que explica que esté formado por atolones, mientras que los archipiélagos más jóvenes de la Sociedad, Gambier, Marquesas y Austral están formados principalmente por islas volcánicas altas. Entre estas islas, la más alta y grande es Tahití, con el monte Orohena a 2.241 m de altitud.
Gracias a su entorno, Tahití permite practicar barranquismo, una actividad en la Polinesia Francesa que sólo ella y su isla hermana Moorea pueden ofrecer. Si hay algo que hacer en Tahití, es barranquismo. La isla cuenta con unos cuantos cañones (Putoa, Vaipurau, Purua, etc.), así como el cañón lavatube, una mezcla de barranquismo y espeleología en los túneles de lava de Hitiaa. Con las emblemáticas actividades de barranquismo (saltos, rápeles y toboganes naturales), pasará un rato refrescante en plena selva de Tahití o Moorea gracias a los cañones de los que dispone. Un cambio agradable con respecto a las actividades básicas de la costa. Y aunque no esté relacionado con el barranquismo, no dude si va a las Marquesas en ver el "cañón" de Nuku Hiva, ¡un paisaje impresionante!
También es posible realizar actividades aéreas en la Polinesia Francesa
Aunque llegar a Tahití en avión ya ofrece bellas imágenes de la Polinesia Francesa desde el cielo, nada supera una actividad dedicada a descubrir las islas y atolones de forma original desde el aire. Ya sea una excursión panorámica en helicóptero, un salto en paracaídas o una experiencia en parapente, ¡cada una de estas actividades le ofrecerá unas vistas incomparables de los archipiélagos polinesios!
Sobrevuelo de las Islas Polinesias
Sobrevolar las islas y atolones polinesios es memorable, pero no permite disfrutar plenamente de la increíble vista de la Polinesia desde el cielo. Afortunadamente, no faltan actividades aéreas para admirar los paradisíacos paisajes de los archipiélagos desde una perspectiva aérea.
Entre las cosas que hacer en la Polinesia Francesa, una excursión panorámica en helicóptero sobre una o varias islas es muy recomendable. Ya sea sobrevolando Bora Bora, pasando por encima de Tupai, la isla en forma de corazón, sobrevolando Tahití, Moorea o Ra'iātea y Taha'a, ¡le sorprenderán los tonos azules y verdes bajo sus pies! Fuera de las Islas de la Sociedad, también puede descubrir Nuku Hiva en helicóptero, en las Marquesas, una experiencia única. Y si prefiere no estar encerrado en una cabina y sentir el viento contra su cara, ¡déjese tentar por un vuelo en parapente biplaza en Tahití! Despegando desde una altitud de 837 m, tendrá una vista impresionante de la laguna y, a lo lejos, de la isla de Moorea. También es posible volar en parapente en Bora Bora, ¡pero además parasailing para disfrutar de hermosas panorámicas de la isla desde el mar! Disfrutar del encantador escenario de las islas desde el cielo es algo que hay que hacer en la Polinesia Francesa. Saldrá de esta experiencia con imágenes de ensueño en la cabeza. Y si quiere vivir un momento aún más único, puede incluso hacer una iniciación al pilotaje de aviones en Tahití, ¡una original actividad en la que usted toma los mandos de la aeronave!
Acrobacia aérea y paracaidismo para una experiencia completa en la Polinesia Francesa
Para los adictos a la adrenalina, no se preocupe, ¡la Polinesia Francesa también ofrece actividades para usted! Además de disfrutar de las emociones fuertes, tendrás el placer de realizar tu actividad frente a los increíbles paisajes del archipiélago de la Sociedad, ¡una experiencia inolvidable!
No sólo es posible aprender a pilotar un avión, sino también a hacer acrobacias aéreas en Tahití. Tonneaux, loops, subidas verticales y flips le ofrecerán un diluvio de sensaciones mientras ocupa el primer asiento del avión, frente a los paisajes que se desplegarán desde todos los ángulos ante sus asombrados ojos. Y para vivir una experiencia espeluznante, el paracaidismo en Moorea, Tahití o Bora Bora saciará su sed de adrenalina. A una velocidad de unos 200 km/h, su caída libre en la Polinesia Francesa le sorprenderá con las diferentes tonalidades de azul de las lagunas. Si quiere añadir un poco de picante a su viaje a las islas polinesias, puede hacerlo. Aunque las playas de arena y aguas turquesas invitan a relajarse, también puede decidir cambiar de ambiente y encontrar una emocionante actividad deportiva.
¿Está listo para abandonar la tumbona y lanzarse a la aventura?
Por supuesto, los hoteles de lujo de la Polinesia, con sus bungalows sobre el agua, como el Four Seasons Resort Bora Bora, el Sofitel Kia Ora Moorea Beach Resort o el Taha'a by Pearl Resort, dan ganas de quedarse allí y bañarse directamente en las aguas de la laguna bajo los pies. Sin embargo, ¡sería una pena no aprovechar todas las demás cosas que hacer en la Polinesia Francesa que se han mencionado anteriormente!
Entre actividades culturales y deportivas, tiene donde elegir para hacer de su estancia en la Polinesia Francesa un viaje inolvidable. No lo dude y atrévase a cruzar las puertas de su hotel para contemplar la verdadera belleza de estas exóticas islas.