La Alta Garrotxa tiene una extensión de unos 300 km2. Es un territorio complejo formado por las montañas volcánicas septentrionales de la Garrotxa, el extremo oriental del Ripolles y el extremo occidental del Alt Empordà.

Esta complejidad crea un paisaje espectacular vestido de verde por diferentes tipos de robles y una flora abundante y variada, que lo diferencia de otras zonas de la comarca de Gerona.

El turismo activo y deportivo en esta región es muy común y suele realizarse dentro del Parque Natural de L'Alta Garrotxa, que es una zona protegida, llena de emocionantes acantilados de piedra caliza, crestas y valles que no pueden esperar a ser descubiertos.

Este majestuoso paraje es, sobre todo, el lugar idílico para practicar barranquismo y senderismo, permitiendo a los visitantes deslumbrarse con sus imponentes paisajes.