Experimente la emoción del avistamiento de ballenas en una aventura en semirrígida desde Reikiavik y descubra las maravillas del océano.
Cuando se trata de avistar ballenas, la emoción de ver magníficos mamíferos marinos como ballenas y delfines en su hábitat natural no tiene parangón. El impresionante puerto de Reikiavik es el escenario de esta emocionante aventura. El centelleante océano, repleto de vida salvaje, y la belleza virgen de la naturaleza crean un escenario sobrecogedor. La aventura de avistamiento de ballenas en RIB (embarcación neumática rígida) desde Reikiavik no consiste sólo en avistar ballenas, sino en sumergirse en el indómito mundo natural.
Su viaje comienza con una cálida bienvenida en el puerto. Los huéspedes disponen de todo lo necesario para estar cómodos y seguros durante la aventura. Al subir a la embarcación semirrígida, sentirá cómo crece la emoción.
La aventura comienza en el puerto de Kópavogur, a unos 16 km de la costa. El trayecto en barco hasta la zona de avistamiento de ballenas dura entre 15 y 25 minutos, tiempo suficiente para disfrutar del aire marino y las impresionantes vistas. El corazón de la experiencia se despliega a medida que pasa unos 60 minutos buscando ballenas y delfines en el vasto océano. La emoción de avistar estas magníficas criaturas, unida a la oportunidad de capturar impresionantes fotografías, le llenará de admiración y asombro. La belleza de la naturaleza se muestra en todo su esplendor al contemplar a estas criaturas en su hábitat natural.
La aventura de avistamiento de ballenas en una semirrígida continúa con un crucero de alta velocidad por la costa de Skerjafjörður hasta Fossvogur. Una parada cerca de la playa de arena dorada de Nauthólsvík ofrece la oportunidad perfecta para tomar un refrigerio, que incluye pescado seco (harðfiskur), agua con gas y una bebida sin alcohol.
Desde Fossvogur, sólo queda una corta travesía de vuelta al puerto. Durante el viaje de vuelta, el capitán puede permitir que los pasajeros experimenten la potencia de la semirrígida BLIKI, asegurándose de que vuelvan al puerto emocionados y felices, con recuerdos para toda la vida.