Icarus Tandem Paragliding

El parapente es un deporte romántico y adrenalínico, y el equipo de Icarus Tandem Paragliding sabe un par de cosas sobre almas gemelas y parapente.

Jacques du Plessis, a la edad de 8 años, pensaba que podía volar. Le apasionaba volar desde una edad muy temprana, y tampoco le interesaba ir a la escuela, sólo quería ser un pájaro y volar. Jacques se construyó unas alas e intentó volar desde su casa de dos pisos. Por suerte no se hizo daño, pero él y sus padres se llevaron el susto de su vida. A los 12 años, fue testigo de cómo un parapente sobrevolaba su casa, ese momento cambiaría su vida para siempre.

A los 25 años, de camino a una reunión de negocios, Jacques se detuvo en el arcén de la carretera, cerca de la presa de Hartebeespoort, y observó cómo los futuros pilotos se formaban en el arte del parapente. Unas horas más tarde se acercó al instructor de parapente y se le permitió manejar en tierra su primera vela. Lo hizo con naturalidad y se supuso que ya lo había hecho antes. Más tarde, le llevaron a su primer vuelo en tándem y su sueño se hizo realidad, estaba volando y enganchado de por vida.

Entonces, se compró su primera vela individual y comenzó su nueva afición, el parapente. No sabía que había reglas y técnicas específicas y que tenía que pasar por varios niveles de formación y licencias. Finalmente, encontró un instructor de parapente y obtuvo su licencia. Todo el tiempo libre que tenía lo pasaba en el aire, ¡por fin tenía alas!

Trabajar en una oficina pasó a ser cosa del pasado y convirtió su afición en su carrera y se trasladó a Ciudad del Cabo para convertirse en piloto comercial de biplaza. En 2009 ocupó el segundo puesto en Sudáfrica en la categoría de parapente biplaza. En 2011 se clasificó en primer lugar. Un año más tarde, llevó a una señora a su primer vuelo en tándem, ya que era su cumpleaños y se había comprado un vuelo como regalo para sí misma. No sabía que ese no sería su último vuelo. Volaron desde Lions Head, ella quedó fascinada por la experiencia y por su piloto, Jacques.

Empezó a elaborar su presupuesto mensual para incluir un vuelo en tándem cada mes. No tuvo que hacerlo, ya que el fin de semana estaba volando a campo traviesa en Porterville con su futuro marido. Todo el mundo se burlaba de ella diciendo que la adrenalina te enamora. Se casaron dos años después de su primer vuelo. Juntos, estos tortolitos idearon el nombre de Parapente Ícaro, el nombre tenía sentido y ambos estaban asombrados de la perspicacia que tenía Ícaro, el mítico personaje verde.

El parapente es un deporte extremo, pero estás en buenas manos con los pilotos de Icarus. Todos los pilotos de biplaza son TFI (instructores de vuelo en tándem) altamente experimentados y certificados por la SAHPA (Asociación Sudafricana de Ala Delta y Parapente). Los pilotos sólo volarán en condiciones meteorológicas seguras, si no creen que las condiciones no son óptimas, no te pondrán en riesgo innecesario; para ellos, la seguridad es la clave.